viernes, 20 de abril de 2007

POEMA DE RAUL

HE AQUI UNO DE LOS MEJORES VERSOS QUE SE HAN ESCRITO SOBRE LA ESGRIMA (con permiso de coyote y campera)


Derrota2

Ese fondo que no llega,

esa marcha que no alcanza,

esa flecha desde lejos,

ese intento de oposición.

Ese romper desesperado,

esa hoja que no encuentra

otro metal que parar.

Ese minuto de la esperanza,

esa nueva confianza,

esos consejos que te dan.

Esa táctica tan estudiada

que a pesar de todo falló,

esos dobles que perjudican

ese pasante que no funcionó.

Esos instantes de abatimiento,

ese momento de precipitación,

y ese coupé que – aunque bonito –

no maquilla la soberana humillación.

Esa careta desencajada

que no sabe a dónde mirar,

esa mano que te tienden

y no te resistes a estrechar.

Esas piernas que ahora arrastras,

esas armas que ya guardas

en la taquilla de la desolación.

Esa lucha que sigue viva

en el fondo de tu corazón.

Esos errores que ahora comprendes,

y juras no repetirás.

Esa voz interna que se rebela

contra la sumisa conformidad,

y esa ganas de ser lunes

para volver a entrenar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jeje, no, si yo el permiso te lo doy todito... Pero es que yo creo que tengo uno mejor (modestia a parte). Ilustrado y todo.
(Más bien es un dibujo al que añadí unas letrillas.)
No sé, quizás me anime y lo envíe.
Por cierto.
¡¡¡Ya he mandado mi primer logotipoooo!!!
Campe
P.D: El poema está bien.

Coyote dijo...

Bravo don Olias!!

Su poema me ha resultado muy familiar. Quien no ha experimentado esa sensación de derrota, que en el fondo no es más q una derrota personal, ajena, en algunos casos, a la habilidad del adversario.

kari dijo...

¡Maese Olias, me ha emocionado vuesa merced!
Sobre todo en la parte de "esa careta desencajada que no sabe a donde mirar"...retrata usted mejor que Velázquez.
Además,creo que ha ilustrado usted con arte lo que el resto del mundo denomina "afán de superación" y yo..."relación masoquista de bajo grado con el noble arte y deporte de la esgrima".
Gracias.Le animo a que siga soltando la espada, de vez en cuando,para empuñar la pluma.