miércoles, 28 de noviembre de 2007

CATALUNYA LEAGUE 3ª EDICIÓN!!!!!!!!



Apreciats/des amics/gues,

Us comuniquem que la 3a edició de la Catalunya League arrenca motors. El llistó de l’edició passada costarà molt de superar, però tractarem d’aconseguir-ho entre tots.

Us demanem que feu arribar aquesta informació a tots els federats que conegueu i que tinguin interès de participar en aquesta competició lúdica, on el bon rotllo ha de prevaler per sobre de totes les coses.

Ara teniu per davant unes setmanes per buscar-vos un equip que us aporti tot allò que busqueu: victòries, riures, companyonia, satisfaccions, alegries,...



Ens veiem ben aviat!!!!

Que la força sigui amb vosaltres!!!!


Rafael Tarragó García
President del Comitè Organitzador de la III Catalunya League

lunes, 26 de noviembre de 2007

NUEVA WEB PARA EL SAM




Os informamos que que nuestro club de esgrima por fin tiene nueva pagina web:












En esta pagina podreis encontrar las últimas noticias deportivas del club a la vez que nuevos Blogs para la gente del club, aparte de de toda la información necesaria sobre cursillos, actividades, etc..






miércoles, 14 de noviembre de 2007

BOCADITO 'S

Cualquier miembro o simpatizante de la Fundación no puede dejar de conocer ese lugar de reunión que es el Bocadito’s. Un antro donde todos los jueves, tras una poule sudorosa vamos a tomar unas birras y un bocata. Es el típico bar cutrillo, de plato combinado y bocatas calientes sin mucho encanto, pero que coño, nos cae cerca y en cuanto llegamos, llenamos el comedor y nos lo hacemos nuestro, al mas puro estilo mosquetero. Llenamos el local con nuestros gritos y risotadas, haciendo huir a los pobres parroquianos que pudiera haber por allí.

Por suerte estamos en el siglo XXI, y los platos que sirven son platos combinados de lomo, pincho moruno... Y bocatas de lomo con pimientos, tortillas, frankfurts, hamburguesas... Todo acompañado de unas omnipresentes patatas fritas y regado con enormes jarras de cerveza. A veces (solo unas pocas, lo juro) no puedo evitar pensar en cuanto de distinta sería la mesa si estuviéramos en el siglo XVII (jodido friki).

Para empezar, esa situación de todos sentados en mesas no sería posible en el equivalente de un bar, que sería una taberna. En ellos no se podía tener mobiliario, para que no lo usaran los parroquianos para peleas cuando fueran hasta las cejas de tintorro. Solo había un banco clavado a todo lo largo de la pared, teniéndose que sentar los clientes uno al lado de l otro, o bien permanecer de pie. La camarera, tampoco podría estar, pues solo podían servir mujeres de menos de doce años o más de 40, para no exaltar la líbido de los clientes.

El local de la época, que se acercaría más a nuestro querido Bocadito’s, sería un figón (que era algo así como un restaurante pero a lo cutre). En estos locales sí que podía haber algunas mesas, y algunos platos sencillos, y cuando adquirían la licencia para abrir el local debían que elegir entre servir vinos de calidad o bien de baratillo (o de puntapíe, como se decía por aquel entonces). A pesar de esta prohibición eran muchos los locales que, de tapadillo, te servían vinos supuestamente buenos a precios caros, mezclados con agua para alargarlos mucho más (un proverbio popular del XVII, para demostrar que uno era cristiano viejo, era decir que estaba más bautizado que vino de mesonero).

Por otra parte está la comida. Para empezar, el olor solo entrar no sería el de carne friéndose en la plancha con aceite de oliva (aunque dudo que nuestro amigo del Bocadito fría con eso), sino que sería el de grasa de cerdo, pues por aquel entonces, guisar con aceite de oliva era tenido por costumbre marrana (o sea propia de infieles), pues ya se sabe que no hay cosa más sana que freír con rancia manteca de cerdo para demostrar que no eres mahometano. Se pasaba hambre, por lo que la carne se especiaba mucho para así no notar lo pasada que estaba (¿será costumbre heredada de los españoles por los mejicanos esa de cocinar tan picante?), y los platos eran rotundos. Pasteles de carne, capirotada, gigote (pata de carnero asada con ajos), manjar blanco (pollo deshilachado guisado con leche), alguna pieza de caza ocasional servida en vinagreta, y la omnipresente olla podrida, donde se mezclaban verduras y legumbres con carnes de lo que se pillaba, haciéndolo cocer todo junto, diciéndose de ella que era un plato de sota, caballo y rey, pues tenía de todo, y era tenida en gran estima por todos, que la comían tanto ricos como pobres, que ya decía de ella Cervantes en su Quijote “Olla con menos vaca que carnero, olla de caballero, olla con mas vaca que carnero, olla de escudero”, o algo así.

Ahora imaginaos uno de aquellos antros, oscuros, donde al entrar te debía asaltar el olor a sudor, vino rancio y carne especiada, y luego pensad en el Bocadito’s. Salvando las distancias no se me hace tan extraño. Somos más limpios que nuestros ancestros pero el olor a plancha, tabaco y cerveza se me antoja primo – hermano de aquel olor del XVII. Al igual que hace 400 años, comemos con los dedos (la mayoría de nosotros come los bocatas y las patatas con las manos, y no con ese instrumento italiano amanerado que es el tenedor). Hacemos tanta o más jarana que nuestros antepasados...

En fin, y en resumidas cuentas, que tampoco me sorprendería mucho oír algún “Voto a tal” o un “Dios os guarde” entre tanto rufo, jaque y daifa (por favor que las damas se acojan a la segunda acepción del término, según la RAE, y no la primera. Tengamos la misa en paz).