miércoles, 30 de enero de 2008

MC GIVER’S, COJONUDOS y SEX BOMB, y otras chicas del montón…

Desde el momento en que las hadas del bosque anunciaron a todos que ya era Navidad con una bonita postal, todos los habitantes de la tierra media de Reina Elisenda se reunieron en sus hogareños árboles, a resguardarse del frío, comer copiosamente, cantar baladas navideñas y compartir viejas historias con sus familias y amigos.

Con tanto turrón, pavo y marisco, se hacía bastante costoso el desenterrar las espadas y volver a la aventura. Pero los tambores y trompetas ya habían anunciado que empezaba la Catalunya ligue, una sangrienta competición entre equipos de los distintos clanes en la que sólo uno podía ser valedero del gran premio, y ninguno estaba dispuesto a perderlo, aunque más de uno dijera aquello de: “señores, yo compito por un beso”.

Al tiempo que Isildur le quitaba el polvo a su vieja cota de malla (la había utilizado en mil y una batallas, pero todo hay que decirlo, ya le quedaba un tanto pequeña y apolillada), Coyote intentaba recuperar su peso de antaño a fuerza de abdominales.

Mientras tanto, allá en la antigua Grecia, Kari esperaba a que zarpara algún velero rumbo a la lejana Barcino, pues quería ser espectadora de tan magnífico acontecimiento.

En lo que respecta al capitán Trueno, su misión, como cada año, consistía en organizarlo todo, que para algo están los galones y la experiencia. Eso sí, esperaba a que las fuerzas de los competidores remitieran, para retarles de nuevo uno a uno, y esta vez poder vencerlos (un tanto ambicioso el “jefe”).

A Malatesta ya se le podía ver saltando por los caminos, haciendo cabriolas y ensayando nuevas posturitas, pues si algo es bien sabido, es que un buen golpe de efecto no sólo sorprende, sino que asusta a cualquier contrincante.

Campera, que no se dejaba amedrentar tan fácilmente, sabía que si bien, este año su equipo no se haría con el título, una cosa estaba clara, “los increíbles” no morirían.

Todavía quedaban meses por delante hasta que en verano se decidiera el “feliz” final para algunos, ¿”dramático” y “accidentado”? para otros. Pero una cosa estaba clara: que vaya nombrecitos escogen algunos para sus equipos, ejem.

Cortesía de Campera