jueves, 5 de julio de 2007

MUSASHI



Miyamoto Mushashi fue EL duelista por excelencia. En el Japón feudal, existía un tipo de samurai, el que seguía el camino de la espada. Por ello lo que hacían, era vagar por los caminos, buscando a dignos adversarios, para perfeccionarse en el arte de la espada. El señor Mushashi, al igual que otros de su ralea, buscaban las academias de los grandes maestros en el uso de los katanas, y los retaban a duelo, pues eran los mejores adversarios. Esto suponía un gran problema, pues si el maestro era derrotado por ese duelista errante, su escuela perdía prestigio (algo mucho peor que la muerte del maestro). Por todo ello, estos bushis atesoraban bien pronto un montón de enemigos.

Este Mushashi, además tenía el agravante de realizar sus duelos con un bokken (katana de madera), cosa que ya era el colmo de la humillación, pues ser derrotado (y matado) por un tipo con una espada de madera deshonraba tanto a la víctima como a su espada.

Este buen hombre mató a su primer adversario a los 13 años, y a partir de allí no hizo otra cosa que matar a otros bushis, buscando la perfección en el arte de la espada. Algo muy propio en los nipones, eso de buscar la perfección, el ideal, en cualquier cosa, ya sea empuñando una espada, escribiendo kanjis o bien realizando el cha-no-yu o ceremonia del te (cosas curiosísimas que requerirían todo un “artículo” por si solas).

Bueno, ahora voy a relatar el duelo mas famoso de este bushi. Mushashi había quedado, al amanecer, en una isla cercana, para retarse con un experto esgrimista de una prestigiosa escuela. Mushashi estuvo, la noche anterior, bebiendo con un amigo y se fue a dormir con una mona considerable (a la mas pura tradición SAM en competiciones). El caso es que, como es natural, nuestro hombre se quedó dormido, hasta que lo despertaron, recordándole el duelo que tenía pendiente. Mushashi se arreglo a toda prisa, y se fue corriendo a buscar una barca que lo llevara hasta la isla donde le esperaban. Por el camino se confeccionó su bokken con el remo de repuesto del barquero y le dio tiempo de echarse una cabezadita (ole sus huevos!). Cuando llegó se encontró con su adversario, cabreado como una mona, dando círculos, ansioso, esperando a su adversario. Cuando lo vio descender de la barca, primeramente le recriminó su falta de educación (por llegar tarde y desaliñado), y después desenvainó su katana, lanzando la vaina al agua. Mushashi le dijo algo así como que ya había perdido pues echaba a perder una vaina tan bonita, cosa que aún enfureció más a su contrincante, el cual cargó contra Mushashi. Descargó el golpe, pero justo antes de que fuera tocado, Mushashi impactó con su bokken/remo en la base del cuello de su oponente, cayendo muerto a sus pies.

De todo esto se puede deducir que nuestro amigo era un putilla de cuidado. Además de ser un esgrimista temible también utilizaba unas artimañas de lo más graciosas. Pasemos a analizar este duelo. Primero de todo Mushashi se levanta tarde, para llegar tarde y así poner nervioso a su enemigo, mientras que él se levanta más descansado (aunque fuera después de una noche de juerga. Aquí ya podríamos discutir si es más o menos bueno). Luego, la cabezadita de la barca también le ayuda a relajarse. El hecho de hacer un bokken con el remo es también muy puta por su parte. Los buenos esgrimistas como su adversario saben cuanto mide un bokken, pero no lo que mide un remo, por lo que no podía saber cual era la distancia de seguridad, con certeza. Por último está la provocación a su adversario, sobre la vaina, cosa que hace que su contrincante se vuelva osado e imprudente.

De mayor quiero ser Mushashi.